Han pasado 6 años desde que los primeros trabajadores de Alas pisaron la nave y tras ellos varias decenas más durante los meses de estreno en las recién inauguradas instalaciones. Iban con los deberes hechos, con sus cursos, mucha ilusión y sobre todo ganas de trabajar. En total unos 270 trabajadores y los que se quedaron por el camino
Las primeras semanas transcurren entre la improvisación y la desorganización, algo normal. Pasan los meses y las mejoras no pasan de "tibias" y ello gracias a una plantilla que mejora en base a una lógica comprensión y adaptación a los procesos productivos, sin embargo se perciben las mismas carencias a nivel organizativo y de gestión "Paciencia, estamos empezando..." Y así, casi sin darse cuenta y cuando ya se empieza a contar la edad de la empresa en años, observamos perplejos que lejos de mejorar ¡empeoramos! La falta de gestión y de organización es preocupante, las decisiones se siguen tomando en base a objetivos políticos o de subvenciones y el sinsentido es total: comenzamos con el primer ERE (tomadura de pelo que aceptamos con resignación), el despido improcedente de una trabajadora cuyo único error fue alzar la voz ante el descontrol reinante, inversiones de dudosa viabilidad, ampliaciones de crédito para asegurar la continuidad de la empresa, más EREs, cambios constantes en la dirección de la empresa con nulo resultado... En resumen, una inexistente estructura organizativa y de gestión a todos los niveles y una descoordinación absoluta. "¡Animo chavales! Hay que arrimar el hombro".
Unos meses más ¡y aquí estamos! Después de 6 años reclamando y transmitiendo nuestras inquietudes y descontento a la gerencia de la empresa, de apochinar con decisiones que suponían sacrificio tan sólo para el trabajador, de falsas promesas e idéntica secuencia de despropósitos tantas veces vista en otros EXPOLIOS marca de la casa y con el sello del IDEPA. Nos encontramos finalmente con el mismo TONGO de siempre ¿y que organismo o entidad denuncia un tongo? ¡Ninguna! porque así son los tongos, porque además y cuando es tan descarado todos los implicados reciben "su parte". Contemplamos atónitos como ALAS al igual que un boxeador con todas las de ganar, bajaba los puños y descuidaba su guardia nada más comenzar el combate. Porque no nos equivoquemos, no se trata del infortunio de una empresa arrastrada por una crisis, nadie criticaría a un boxeador que lo ha dado todo al igual que no se puede criticar a una empresa con actitud de empresa. Alas Aluminium merced a su gerencia nunca tuvo vocación de empresa. Sin disposición a luchar, nunca estuvo en guardia, tan sólo se limitó a dar vueltas por el ring hasta que finalmente la tumbaron. Tan descarada y premeditada derrota sólo se entiende en un combate amañado, de esos cuyo resultado se cuece en la trastienda.
No somos los primeros ni mucho menos. Vamos por el mismo redil que tantos otros han ido antes, hemos sido buenos y al final nos encontramos en idéntica situación como no podía ser de otro modo. Podremos salvar ALAS, o tal vez no, pero no podemos cometer el error de encarar el problema como algo local, ALAS es otro episodio en ese cúmulo de despropósitos llamado FONDOS MINEROS. Tenemos claro que hay responsables detrás de estos expolios: empresarios, entidades y organismos, gente con nombres y apellidos que han amañado el combate y a los que parece no irles nada mal, de hecho, los hay muy afanados en preparar otros. Hay trabajadores que se han hipotecado en pisos y formado familias con la sana esperanza de que esto era un proyecto serio al amparo de los organismos e instituciones públicas que lo participan, a ellos y a nadie más nos corresponde pedir cuentas de lo sucedido ¡que den la cara ante estos jóvenes! como responsables en primer lugar de las partidas millonarias que "regalan" a sus compinches de turno y en segundo como garantes del buen devenir de la empresa como socios que son al 49% (dinero de todos). Solo así, con la ayuda de todos los trabajadores de empresas en semejantes circunstancias y el máximo apoyo social (no en vano es un problema que nos atañe a todos) podremos conseguir dar un vuelco al actual modelo de gestión de los FONDOS MINEROS que a dia de hoy es cualquier cosa salvo modélico.
